Se acaba de confirmar la renuncia de Manuel Rodríguez Cuadros. En su "discurso" de renuncia aprovechó para agradecer el apoyo de los candidatos al Congreso, los simpatizantes y a todos aquellos que contribuyeron con la campaña electoral en la que estuvo inmerso hasta hace unas horas. Pero ¿por qué se va? Y, sobre todo, ¿cuánto afecta el tablero?
La segunda pregunta parece más fácil de contestar porque se asume que ese menos de 1% no es que le haga la victoria a algún candidato pitufo ni le sume tantísimo más a un candidato gordo. En este sentido, nos inclinaríamos a decir que su retiro no afecta el tablero o, al menos, lo afecta tan mínimamente que ni vale la pena concentrarnos en eso.
No obstante, el asunto acá no es el endose o la falta de endose o el ridículo endose que pudiera tener MRC, sino el indicador que deja esta renuncia. Por un lado, queda la idea de que esta elección ya está decidida. Decidida en tanto se jugará entre los 5 primeros y los otros pueden mantener sus candidaturas si lo desean, pero no llegarán a ningún lado. Esta renuncia deja la idea que parece opuesta al discurso de MRC. Él afirma que renuncia porque las condiciones no son equitativas para todos y, ¡zas!, con su renuncia (que no altera el tablero) demuestra que en efecto la lucha electoral solo es entre los 5 primeros.
Ahora bien, la primera pregunta sí es más difícil porque es enteramente especulativa. Habrá quien crea que en efecto, MRC decidió retirarse pues las condiciones no eran iguales para todos los candidatos y coherente con ese pensamiento dijo "chau". Otros pensarán que MRC no quiere hacer roche perdiendo el 10 de abril porque, además, sería una señora derrota. Recordemos que de no ser por su trayectoria antes de esta campaña ni siquiera se le distinguiría de los otros candidatos pitufos. Entonces, esta renuncia estaría motivada por algo de orgullo y dignidad personal.
La verdad de la milanesa es que sea como fuere el caso de MRC me da algo de pena. Se trata, creo, de una gran derrota para un gran ego. Manuel Rodríguez Cuadros no es nuevo en la política peruana. Ha sido canciller, ha tenido logros importantes en su participación en el terreno político. Lo que queda claro es que es un muy mal candidato y que el partido político que lo postulaba no estaba lo suficientemente sólido. Una lástima que esta carrera terminara así. De alguna manera, salvando las grandes diferencias claro, me recuerda a la derrota de Javier Pérez de Cuéllar en el 95. Una persona preparada y curtida en el terreno que se quedó en la carrera. Al margen de si su derrota fue real o no, a lo que voy es a la personalidad detrás del candidato. MRC debe estar sufriendo la pinchada de orgullo más dura que pudiéramos imaginar. Claro, no sé si hubiera sido aún más doloroso que esta pinchada llegara el mismo 10 de abril.
Finalmente, con MRC fuera FS se aleja de la valla. Tienen muy poco tiempo para posicionarse como una sólida lista parlamentaria, sobre todo si no lo han logrado hasta ahora. Ah, claro, lo más difícil será que FS reconozca que decidir dar la espalda a Perú Posible pueda haber sido su peor error en esta campaña, a menos que consideren acierto no llegar al Congreso de la República y haber ganado "experiencia" campañera. Puede ser. En ese caso, felicitaciones de todos modos. Y a MRC: hasta luego.
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